
El látigo metálico es una de las armas más curiosas del arsenal chino, ya que reúne características de cadena, de látigo, de puñal y de arma arrojadiza, todo a un tiempo. Se le suele denominar con los nombres de Gor Bin, Tieh Pie Bin, o simplemente Bin, que es el nombre que yo suelo usar además del de látigo metálico.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
En la antigüedad existía un arma que consistía en una punta de lanza unida a una cuerda, con ella se podía matar a distancia arrojando la punta de lanza como si fuera una daga, con la seguridad de que si se fallaba se podía recuperar fácilmente el arma dando un simple tirón a la cuerda. También se usaba para arrojarla contra un adversario que huía con el fin de hacerle caer al enrollarse la cuerda en sus tobillos o en su cuello. Con ella se podía atar a un adversario, o simplemente engancharle para poder apuñalarle con la punta de lanza. Se podía voltear girándola alrededor del cuerpo con la seguridad de que no se acercaría nadie. Estas y otras muchas y variadas técnicas convertían a esta en un arma muy buena y versátil en manos de un experto, pero tenía un gran fallo, no podía bloquear los golpes de espada o sable, ya que la cuerda se cortaría, y, a veces, cuando se lanzaba la punta de lanza contra un diestro espadachín este cortaba la cuerda tras haber esquivado la punta de lanza.