El kung-fu es la habilidad que se adquiere a través del trabajo constante a lo largo de muchísimos años, y esa clase de habilidad me ha enseñado a encontrar control y equilibrio tanto a nivel físico como, sobre todo, a nivel mental y espiritual. Lo que siento cuando me entreno es fundamentalmente alegría. Me ha fortalecido y me ha permitido ser mejor trabajador. Me ha beneficiado en mi casa, me ha permitido tener más equilibrio emocional y mental, que me ha ayudado en mis relaciones sentimentales, y siempre me ayuda a enfocar cualquier problema desde ese punto de vista.
Técnicas de endurecimiento; El Kat Sam Sing
Con este sistema se entrenan, por este orden, los siguientes bloqueos básicos (comunes en casi todas las Artes Marciales):
Artes Marciales en los antiguos Juegos Olímpicos
Desde su primera edición moderna, en los Juegos Olímpicos de Atenas del año 1896, las artes marciales y deportes de combate siempre han aparecido en los Juegos. En esa primera Olimpíada las deportes marciales estuvieron representados por la Lucha; desde la Olimpíada de Saint-Louis (Estados Unidos) en 1904, aparece como disciplina olímpica el Boxeo; en la Olimpíada de Londres, en 1908, se hace la diferenciación entre Lucha libre y grecorromana; en los Juegos Olímpicos de Tokio (1964) se introdujo el Judo como modalidad olímpica; después aparecería la Lucha Sambo, y el Taekwondo en la Olimpíada de Seul de 1988. Y ahora, en el verano de 2008, en los Juegos Olímpicos celebrados en Pekín, aparece el Wu-shu Moderno.
El decálogo del buen Budôka
Budôka es un término japonés que designa al practicante del Budô (o Artes Marciales), independientemente del grado que posea este en la disciplina practicada, puesto que la designación budôka se refiere a un punto de vista muy subjetivo, pues constituye el sentimiento íntimo con el que el estudiante practica las Artes Marciales. Y digo estudiante por que los Maestros (por muy Honorables o Grandes Maestros que sean), no dejan de ser estudiantes hasta el final de su existencia, pues la vida del budôka es una vida de estudio y entrenamiento constante.
Cuando hablo de Budô no me refiero a las Artes Marciales vistas tan sólo como un método de autodefensa o de combate, o como un simple deporte, Budô es una forma de vida pacífica que implica, además de estas facetas, un espíritu de autoconocimiento y superación personal, además de una serie de valores éticos y morales que ya eran inculcados por los Maestros de la antigua China, y por los fundadores del Bushidô japonés.
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