Bushido; el Camino del Samurai

El Bushido fue el Código de Conducta común a todos los Bushi, los guerreros japoneses, desde los más bajos grados: los ashigaru, hasta las tropas de élite: los samurai, los cuales tenían la siguiente máxima: "Shi mon yori irite sei mon niiru" ("A través de la puerta de la Muerte se llega a la de la verdadera Vida").

El origen espiritual del Bushido se remonta al siglo XII; en el período Kamakura (1185-1338) se habla de un "Código de Arco y Caballería" (el Kyûba-no-Michi), y de una reglamentación que debían seguir los guerreros, los Bushi, la cual no sólo trataba sobre técnica y estrategia militar sino que también incluía unas determinadas reglas éticas y morales, que darían origen con el pasar de los años al Bushido, o "Código del Guerrero".

El nacimiento de estas primitivas reglas de conducta, que darían lugar al Bushido, nacen como resultado de la especial mentalidad de los antiguos guerreros japoneses. A finales del período Heian (794-1185) y principios del Kamakura, los Bushi se dan cuenta de que su manera de vivir y de sentir era muy distinto del de los nobles de la corte del Emperador, por lo que ellos debían regirse por unas reglas distintas de las de unos personajes para los que las intrigas palaciegas eran su forma de vida.

La base de este primitivo código de conducta era la lealtad total, hasta la muerte, del guerrero hacia su señor (el Daymio). El sacrificio y la abnegación por el bien de su amo era su principal virtud. Esto es algo parecido a lo que ocurría en las antípodas; en Europa, durante la Edad Media, los vasallos juraban lealtad a su amo cuando entraban al servicio de un señor feudal, era la normal relación amo-vasallo.

Cuando un Bushi entraba al servicio de un Daymio, se dedicaba en cuerpo y alma a su señor, ponía su vida al servicio de su amo. Por otra parte también pensaba que la cobardía envilecía y que huyendo delante del enemigo no sólo faltaba a su deber frente a su amo, sino que además manchaba su propio nombre. Esta forma de sentir estaba influenciada por el pensamiento zen, que enseña que se tienen que superar los aspectos de vida y muerte, y que lo importante es realizar toda actividad lo mejor posible, sin importar el precio a pagar, un precio que no debe importar, pues se deben admitir las cosas como vengan sin plantearse siquiera un por qué.

Durante el período Ashikaga (1338-1500) se ensalzó sobremanera el ideal del Bushi, pues fue una época de Guerras Civiles que sacudieron los cimientos del imperio japonés, en las que los Bushi exponían la vida cada día con honor y valentía.

En estos tiempos el Código del Guerrero era enseñado oralmente, de boca a oído, aunque hay que reconocer que en el Kôyô Gunkan, una especie de enciclopedia que debían estudiar los guerreros de cuna noble, existían cincuenta y nueve capítulos que describen minuciosamente las acciones y actitudes de la vida del Bushi. En este código de conducta se estimula al guerrero a tener un espíritu de honradez hacia sí mismo y de búsqueda del perfeccionamiento y de la humildad. Por otro lado, el Bushi tenía una especial preparación espiritual que le hacía despreciar la propia vida, en el momento de escoger entre la vida y la muerte, actuaba con rapidez, sencillez y eficacia, no se detenía a valorar la situación para escoger la acción que le preservara la vida, pues si titubeaba moría esterilmente, mientras que si simplemente actuaba tenía la posibilidad de vivir para seguir estando al servicio de su señor; el Bushi debía estar siempre preparado a morir en cualquier caso y en cualquier momento, esta preparación mental era fundamental en su forma de ver la vida. Incluso el famoso samurai Yamamoto Tsunetomo, del clan Saga, autor de la famosa obra: Hagakure, llegó a decir en cierta ocasión que "he llegado a la conclusión de que Bushido quiere decir muerte".

El término Bushido (literalmente: "la Vía del Guerrero") se empieza a encontrar por primera vez en documentos escritos durante el período Tokugawa (1603-1868), en concreto la empezó a utilizar el erudito confuciano Yamaga Sôkô (1622-1685) y fue popularizado por la obra "Bushido" escrita por Nitobe Inazô (1862-1933), publicada en 1905 y que tuvo un reconocimiento mundial.

En el período Tokugawa todas las artes, incluidas las artes marciales, fueron influenciadas por la moral confucionista china, por lo que las antiguas reglamentaciones guerreras se impregnaron de este espíritu creando el Código Moral del Guerrero que se denomina Bushido.

Con la unificación del Japón el Bushi se convirtió en un guía, en un ejemplo del pueblo, porque su manera de vivir, sin preocupación material, le permitía dedicarse enteramente a las virtudes del Bushido, que son:

* sentido de la justicia y de la honestidad,

* valor y desprecio por la muerte,

* la simpatía hacia todos,

* la educación y el respeto a la etiqueta,

* la sinceridad y el respeto de la palabra dada,

* la lealtad absoluta hacia los superiores, y

* la defensa del honor del nombre y del clan.

Todo lo cual se resumía en:

* Giri (deber),

* Doryô (magnanimidad),

* Shiki (resolución),

* Ansha (generosidad y tolerancia),

* Ninyô (humanidad), y

* Fudô (firmeza de alma y correcta actitud).

Hoy día, estos valores que destila el Bushido siguen en vigor en Japón, a pesar de haberse convertido en una sociedad occidentalizada e industrializada.

F. Javier Hernández Pérez

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